jueves, 26 de agosto de 2010

Autoridades Preocupadas por el Abuso de Alcohol

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“En ningún tiempo se ha reprobado el uso de los guarapos y chichas, bebidas vinosas inventadas por la gentilidad en todas las Indias Occidentales a semejanza de los vinos en los países meridionales y de las cervezas en las regiones septentrionales de la Europa. Tomadas en cantidad embriagan por el espíritu ardiente que todas ellas contienen. Solo se reprueba y aun se declama, aquí como en todo el mundo, contra el abuso.”

En la Nueva Granada a finales del siglo XVIII, son las chicherías las que condensan todo un universo de censura y condena en términos de salud pública y moral, aunque también de economía y gobierno. Pero no solo estos espacios fueron objeto de crítica, la chicha igualmente fue blanco de reprobación y de múltiples medidas que pretendían impedir o controlar su elaboración y su consumo ante las funestas consecuencias que generaba su uso excesivo, desde el punto de vista de la salud, la moral y el orden público. Para las autoridades de la época la Chicha era una manifestación más del diablo y evidenciaba la barbarie de los habitantes de dichas tierras.



LEYENDAS DE LA NUEVA GRANADA, EL DIABLO EN PAÑALES (LEYENDA DE PAMPLONA SIGLO XVIII)

Esta historia que les relataré es una leyenda de la época colonial, y es muy popular aquí en la provincia de Pamplona, donde parte del folklore que lo enriquecen son sus leyendas .

Esta dice así; cierta vez, ya muy entrada la noche, circulaba en las callejuelas retorcidas y mal formadas de la ciudad un hombre en evidente estado de ebriedad, las calles eran alumbradas apenas con unos pequeños candiles que al reflejar las sombras formaban tétricas figuras fantasmagóricas, a lo cual el borrachín no daba muestra de sobresalto. Andando unos pasos más, escuchó levemente el llanto de un bebé, era un llanto ahogado. Se detuvo tambaleante pero ya no escuchó nada más que el aullar de los perros en la lejanía.

Andando unos metros más de nuevo escuchó ese llanto inconfundible, ahora si era claro era el llanto de un bebé que se escuchaba más fuerte, el hombre buscó en los rincones, y justo debajo del puente que cruzaba se hallaba la infortunada criatura rosada y regordeta que solo estaba cubierta por una pequeña manta. El hombre levantó al bebé sin antes maldecir a la desnaturalizada madre. Aún tambaleándose el hombre siguió su camino aún murmurando pestes contra la infame que dejó a su pequeño crío en semejante situación. No había llegado ni al siguiente faro y empezó a tener la impresión de que el niño pesaba un poco más. Avanzó 4 calles más y evidentemente se percató de que en chiquillo era más grande y más pesado, ya no podía con él, parecía que en lugar de niño llevaba un cerdito cargando, y se acercó a la luz del siguiente faro para ver bien al niño, levantó la manta y cuál fue su sorpresa al comprobar que efectivamente era un cerdo lo que llevaba cargando, el cual lo miró con los ojos encendidos, chasqueó los colmillos produciéndole el terror más profundo que se pueda sentir, lanzado al animal por los aires y exclamando un "Ave María Purísima" se echó a correr por las retorcidas calles empedradas, hasta la borrachera se le quitó.

Bolívar según José Antonio Páez, uno de sus generales más cercanos

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Mucho se ha hablado sobre la figura del libertador, alto, de rasgos perfectos, incluso algunos marcadamente europeos. Otras descripciones prestan atención en sus ideas adelantadas para la poca que le toco vivir. Sin embargo vale la pena entender su figura como ser humano, quizá una de las más interesantes descripciones fue la que otorgó uno de sus generales más cercanos José Antonio Páez. “Bajo de cuerpo; un metro con sesenta y siete centímetros. Hombros angostos, piernas y brazos delgados. Rostro feo, largo y moreno. Cejas espesas y ojos negros, románticos en la meditación y vivaces en la acción. Pelo negro también, cortado casi al rape, con crespos menudos. Las patillas y los bigotes se los cortó en 1825. El labio inferior, protuberante y desdeñoso. Larga nariz, que cuelga de una frente alta y angosta, casi sin formar ángulo. El general es todo menudo y nervioso. Tiene la voz delgada, pero vibrante, y se mueve de un lado para el otro, con la cabeza siempre alzada y alertas las grandes orejas. El general es mal geniado y decididamente feo y detesta los españoles”

Enlaces y Bibliografías

Independencia y Mujeres

•Las mujeres y el imaginario nacional en el siglo XIX. Mary Louis Pratt. http://www.jstor.org/pss/4530672 Revista de crítica literaria latinoamericana.

•LA MUJER EN LOS PRIMEROS PERIODICOS DE AMERICA ESPAÑOLA PATRICIA L0ND0ÑOBoletín Cultural y Bibliográfico, Número 23. Volumen XXVII, 1990 Biblioete virtual Luis Angel Arango.

•Mujeres y naciones en América Latina: problemas de inclusión y exclusión. B Potthast-Jutkeit, B Potthast, E Scarzanella - 2001 – Iberoamericana

•Las heroínas olvidadas de la Independencia. PE Forero - 1972 - Instituto Colombiano de Cultura.

•Las mujeres de la Independencia. E CHEPAK - Las Mujeres en la Historia de Colombia.

•Asunción lavrin . Mujeres latinoamericanas. Hay un capitulo que se llama la participación de la mujeres en el movimiento de independencia.

•La participación de la mujer en la Independencia: el caso de Manuela Sáenz". Autor del artículo, Taxin, Ami. Revista, Procesos: revista ecuatoriana de historia, Quito, 1999.

•La mujeres mártires de la independencia. Roberto Velandia. Boletín de historia y antigüedades, ISSN 0006-6303, Vol. 83, Nº. 792, 1996 , pags. 81-90

•Las mujeres y el poder: Representaciones y prácticas de vida AIC Jiménez, C Segura - 2000 - Al-Mudayna.

•Natividad Gutiérrez Chong, coord., Mujeres y nacionalismos en américa latina: de la independencia a la nación del nuevo milenio. GUSTAVO DE LA VEGASHIOTA http://www.journals.unam.mx/index.php/rms/article/view/6010

•Bolívar, 1783-1830-1980, y la mujer costeña en la independencia
CRM Vera - 1980 - Editorial ABC.

•Re-imaginando y re-interpretando a las mujeres en la independencia: historiografía colombiana y género. Judith González. Procesos Históricos, Nº 17, enero-julio 2010http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/30361/1/articulo1.pdf

•La mujer santafereña en el siglo XIX. PATRICIA LONDOÑO.Boletín Cultural y Bibliográfico. Número 1, Volumen XXI, 1984 Biblioteca virtual Luis Ángel Arango.

•Educación Femenina en Colombia, 1780-1880*PATRICIA LONDOÑO VEGA . Boletín Cultural y Bibliográfico. Número 37 . Volumen XXXI - 1994 - editado en 1996 Biblioteca virtual Luis Ángel Arango.

•Gilma Mora tovar. Anuario colombiano de historia social y de la cultura Volumen 2http://www.lablaa.org/blaavirtual/revistas/revanuario/ancolh20/resen/res4.pdf

Himno Nacional de Colombia

•Historia del himno nacional de Colombia.M Aguilera - 1958 - Imp. Nacional

•EL HIMNO NACIONAL . Por: Egberto Bermúdez Cujar http://www.lablaa.org/blaavirtual/revistas/credencial/junio2001/elhimno.htm

•Miguel Angel Urrego. Mitos fundacionales, reforma política y nación en COLOMBIA. http://www.lalibreriadelau.com/catalog/archivos_pdf/nomadas/nomadas_08/revista_numero_8_art01_mitos.pdf

•ETNIA, REGION Y NACION:EL FLUCTUANTE DISCURSO DE LA IDENTIDAD
(NOTAS PARA UN DEBATE). Jorge Orlando Melo. http://www.lablaa.org/blaavirtual/sociologia/etnia/indice.htm

•La horrible noche: relatos de violencia y guerra en ColombiaP Schultze-Kraft - 2001 - Seix Barral

•Martha Lucia Barriga. La educación musical en Bogota`1880-1920. 2004. http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/874/87400102.pdf

•Simón S. Harker BATALLAS DE LA INDEPENDENCIA http://www.lablaa.org/blaavirtual/revistas/credencial/enero1995/enero1.htm

Independencia de la Nueva Granada: Primeros Sucesos de la Independencia

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Juntas de Gobierno Criollo y la formación de la Primera República

Primeras juntas:

La primera junta de gobierno criollo fue la instaurada el 19 de abril de 1810 en Caracas, luego seguiría la de Cartagena de Indias el 10 de Junio, pero para efectos de la corona española y de la demora en la recepción de la información, serían constituidas el mismo día. Posteriormente, las iniciativas de creación de juntas de gobierno se esparcieron hasta llegar a Santafé (Bogotá) el 20 de julio de 1810.

La junta del 20 de julio, juró fidelidad al Rey Fernando VII, sin renunciar a su autonomía y autoridad para gobernar en su nombre durante el tiempo en que el monarca permaneciera en cautiverio. Casos similares fueron las juntas de Quito y Caracas.

¿Qué buscaban las juntas?

Las juntas reclamaban el derecho a asumir el control y autonomía (asumir el poder y tener la autoridad) para gobernar en nombre de Fernando VII, negándose a subordinarse a otras juntas, existiendo entonces una desunión política visible.

Datos acerca de la Nueva Granada:

Es de saberse, que la Nueva Granada era el territorio de la América española con mayor número de obstáculos y dificultades a nivel de transporte y comunicaciones, por ello su constitución como virreinato fue tardía. Su población aun en tiempos de la Primera República estaba conformada por núcleos esparcidos y aislados en las cordilleras de los Andes, generando a su vez esta incomunicación por diferencias socio-económicas entre las regiones.

Como consecuencia a principios del periodo comprendido entre 1810-1816, lo existente y predominante era un regionalismo que dificultaba, si no imposibilitaba, una organización nacional a todos los niveles, especialmente en la organización política.

A este regionalismo tan marcado y profundo, detonador de odios y de amores de pasiones y desafueros, se le unió las dificultades de unión y el constante desmembramiento de las provincias a su interior. Todo esto con miras de seguir cada provincia o cada población su camino autónomo por la senda de la libertad.


Costa Vs. Interior:

Cabe resaltar en este punto de la historia, la tensión existente entre la Costa y el interior. Por ejemplo la ejercida entre Cartagena y Bogotá (Santafé), por la supremacía autoritaria de la capital del interior sobre la costera, rivalidad que ha pervivido con el paso de los años oculta en los juicios de valor otorgados a lo largo del tiempo.
Provincias Unidas de la Nueva Granada
Para 1811 se forma un gobierno general llamado Provincias Unidas de la Nueva Granada cuya capital era Tunja. Consistía en una federación cuya debilidad radicaba en que la autoridad dependía exclusivamente de la cooperación entre los territorios incluidos en la federación y en la no inclusión de todas las provincias existentes. La de Bogotá (Santafé) fue excluida. Más tarde esta provincia (Bogotá) obtendría el nombre de Cundinamarca.

Aclaración del nombre de la actual capital de Colombia
El nombre de Santafé, era el que prevalecía en tiempos de colonia. Santafé de Bogotá era usado durante la Independencia. Posteriormente, la designación del nombre de Bogotá se emplea como un total rompimiento de las relaciones con España para honrar el asentamiento muisca que se encontraba en el territorio al arribo de los peninsulares ibéricos.
Antonio Nariño y un gobierno central fuerte

Antonio Nariño (quien gobernaba en ese entonces la provincia de Cundinamarca hasta 1812) promulgaban por un gobierno central fuerte en lugar de una alianza de provincias autónomas y débiles. Nariño basándose en sus ideas, mantuvo a Cundinamarca al margen de la coalición de provincias y empezó a conspirar e intrigar con opositores de los gobiernos locales para obligarlos a unirse a su territorio. De esta forma empezó una “guerra” civil entre 1812-1814, año en el que las tropas de las Provincias Unidas tomaron la capital de Cundinamarca ayudados por Simón Bolívar, quien había sido expulsado de su país natal. Antonio Nariño viéndose derrotado se dirige al sur para liberar a Pasto de los realistas, pero es capturado y enviado preso a España.

Mientras tanto, la Nueva Granada, había declarado formalmente su Independencia como lo estaban haciendo otras colonias de la América española. La Capitanía General de Venezuela fue pionera en el proceso formal de Independencia el 5 de julio de 1811, siguiendo este ejemplo Cartagena en noviembre del mismo año. En el territorio de la Nueva Granda, el proceso se dio paulatinamente debido a la división interna.
Proceso en la Nueva Granada:

La primera provincia en cortar relaciones con España fue Cartagena, en Noviembre de 1811. Luego le siguió Cundinamarca en 1813.

La celebración del 20 de julio es el aniversario de la instalación de la primera junta de Bogotá (Santafé) y no una de las fechas en que se proclamó formalmente la Independencia.

Ciencia y Política en la Independencia

Por Mauricio Nieto*

Al contrario de lo que algunos creen, la Expedición Botánica no plantó la semilla de la emancipación.

Viernes 17 Julio 2009

Un lugar común y una idea arraigada en la historiografía nacional es el supuesto de que la independencia fue un proyecto y un logro de las Elites letradas de la Nueva Granada; que los ideales revolucionarios tienen una directa relación con la Ilustración y con sus voceros en territorio americano. Esta idea que hemos aprendido y repetido desde el colegio nos lleva a suponer que personajes como José Celestino Mutis, la Real Expedición Botánica y, de manera más directa, las ideas y labores científicas de algunos de sus colaboradores criollos, ayudaron a encauzar un proceso revolucionario de liberación para la población de lo que hoy es el territorio colombiano.

Sin embargo, la afirmación de que la Ilustración –con abanderados como José Celestino Mutis, Francisco José de Caldas, Jorge Tadeo Lozano, José María Salazar, Francisco Antonio Ulloa o José Manuel Restrepo– contribuyó a la liberación americana, merece una mirada más cuidadosa.

En primer lugar, lo obvio: la Real Expedición Botánica hizo parte de un gran proyecto español de control imperial. Carlos III y sus ministros vieron la necesidad de un conocimiento más adecuado para la explotación comercial de la flora americana y este ideal de apropiación y control desde la península fue la tarea que Mutis y sus colaboradores asumieron fielmente y sin cuestionamientos. El gran proyecto de clasificar y nombrar las plantas americanas, el reconocimiento de sus usos medicinales y comerciales, al igual que la elaboración de una inmensa obra iconográfica –más de 5.000 láminas bellamente ilustradas en colores– hicieron parte de un colosal proyecto de apropiación europea de la naturaleza del Nuevo Mundo. Mutis murió en 1809 dejó inconclusa la obra de la Flora de Bogotá y sin jamás haber mostrado simpatía por alguna idea de independencia nacional y nunca dejó de ser un fiel servidor de la Corona. Su condición de sacerdote, de médico, naturalista, un hombre de fe y un hombre de letras, blanco y nacido en España lo hicieron un eficaz agente de los cometidos del imperio español.

Otra historia, podríamos pensar, es la de sus colaboradores criollos y personajes como Francisco José de Caldas o Jorge Tadeo Lozano, que bien fueron fusilados por el Ejército español o llegaron a ocupar importantes cargos en los primeros intentos de un gobierno poscolonial. Sin embargo, también es urgente recordar que las Elites criollas nunca dejaron de verse a sí mismas como europeas y de hecho hicieron todos los esfuerzos posibles por defender los privilegios y la autoridad que les otorgaba su ascendencia española. Caldas, al igual que Lozano y otros hombres de letras de la Nueva Granada, insistió sobre su identidad europea, la cual no solamente era una casta superior, sino la que tenía el derecho y la autoridad para gobernar. En palabras de Caldas:

“Entiendo por Europeos, no solo los que han nacido en esa parte de la tierra, sino también sus hijos, que conservando la pureza de su origen jamás se han mezclado con las demás castas. A estos se conoce en América con el nombre de ‘criollos’, y constituyen la nobleza del nuevo Continente cuando sus padres la han tenido en su país natal”.

A pesar de la clara identificación de los criollos con la raza y la cultura europea, algunos factores debilitaron la relación entre los criollos y el gobierno peninsular: la crisis del imperio español, los fallidos intentos de los Borbones por crear un gobierno centralizado y la consolidación de las elites locales son algunos de ellos.

La elite criolla, en la medida en que se involucró en los proyectos de historia natural, geografía, medicina o economía política, adquirió un nuevo sentido de identidad como grupo y afianzó su posición política en las colonias teniendo un efecto importante en la creación de las nuevas naciones; pero más en su esfuerzo por consolidar tradiciones europeas en América y en reafirmar su autoridad sobre los demás habitantes de la Nueva Granada, que en darle libertad y autonomía a la población americana. La constitución de este grupo social, de los criollos Ilustrados de la Nueva Granada, refuerza círculos de autoridad alrededor de los españoles americanos que no tuvieron ningún interés en identificarse o igualarse con los nativos americanos, indios, mulatos o negros. Como es evidente, parte del problema de la celebración de una revolución que libera a un continente o a una nación tiene que ver con la población que suponemos fue beneficiaria del proceso, y no podemos olvidar que a comienzos del siglo XIX la mayoría de la población de la Nueva Granada la constituían indios, negros o personas de raza mixta.

Una mirada más cuidadosa de las prácticas y los discursos científicos de españoles y criollos de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX nos muestra una cara de la Ilustración americana menos luminosa, sus renovadores emblemas de libertad se confunden con los poco revolucionarios ideales de distinción, orden, control, exclusión y dominación.

De lo que no tenemos duda es de que haber convertido en “padres de la patria” a algunos miembros de la elite criolla de la Nueva Granada y el haberle otorgado un efecto fundacional de la nación a un grupo de hombres blancos, católicos y letrados, ha sido útil y conveniente a la hora de legitimar cierto orden social, que en el siglo XXI conserva con toda su vigor, similares mecanismos de diferenciación y exclusión.

*Director de posgrados del departamento de historia de la Universidad de los Andes.
http://www.semana.com/noticias-especiales/ciencia-politica-independencia/126354.aspx

Nueva Plaza de Bolívar - Bogotá, 1961

Reseña: Nueva Plaza de Bolívar – Bogotá 1960 Arq. Fernando Martínez y Guillermo Avendaño
Revista PROA 138 Septiembre - 1960

El artículo de la Nueva Plaza de Bolívar de los Arquitectos Fernando Martínez y Guillermo Avendaño, describen la manera como su proyecto quedó seleccionado como el primer premio en el concurso propuesto por el Departamento Administrativo de Planificación en 1959, para la remodelación de la Plaza de Bolívar. Así mismo, muestra las inconformidades en el diseño de algunas sociedades históricas de Bogotá, y el apoyo de respetados ingenieros que lo defendieron; y permite entender cual es objetivo inicial con el cual se diseño la nueva Plaza de Bolívar en 1960.

“En el mes de junio de 1959 el director del Departamento Administrativo de Planificación, Arq. Carlos Martínez, solicito al Consejo de Gobierno Distrital el consentimiento para adelantar un programa de obras municipales, como contribución a los festejos sesquicentenarios que deberían cumplirse en el mes de junio de 1960”, el cual se enfatizo en la remodelación de la casa del florero y de la Plaza de Bolívar.

Este concurso, estaba apoyado en los reglamentos de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, por lo que el Arq. Jorge Gaitán Cortes presentó el acuerdo número 79 de 1959, el cual aclara la razón de la organización del concurso (Consideración 1), y el por qué el objetivo a remodelar era la Plaza de Bolívar (Consideración 2 y 3). Es así, como este acuerdo enuncia que la “que la Plaza de Bolívar está íntimamente relacionada con la celebración de esta fecha” - refiriéndose a la independencia – “y que la Plaza de Bolívar actualmente carece de la dignidad que le debiera corresponder, como escenario que ha sido de la historia política del país”.

Los proyectos fueron expuestos a varios entes gubernamentales, a la Sociedad Colombiana de Arquitectos y a la Sociedad Colombiana de Ingenieros, los cuales en decisión unánime escogieron el proyecto de Fernando Martínez y Guillermo Avendaño como el favorecido. Sin embargo, una vez conocida esta decisión, se desato una gran controversia por el hecho, de que según la Sociedad de Mejoras y Ornato, y la Academia de Historia, el diseño tenía una seria incomprensión o desconocimiento del verdadero significado del ambiente arquitectónico en los edificios cercanos a la plaza.

De todas maneras, el proyecto se llevo a cabo por decisión del mismo Presidente de la República, Doc. Alberto Lleras Camargo, el 18 de enero de 1960 con un presupuesto de $25.000.00 y construido por la firma Mopal, y se termino el 10 de julio de 1960, días antes del vencimiento del plazo.


Nueva Plaza de Bolívar - 1961

“La nueva Plaza concebida como plaza cívica, fue inaugurada el 16 de Julio de 1960, con una concentración escolar en la que participaron unos cuarenta mil estudiantes”. De esta forma, se demostró las ventajas del diseño y se logro comprender el verdadero significado de la Plaza de Bolívar que se quería representar, “y su aceptación fue reconocida con la siguiente frase de una gran hombre público: “la nueva Plaza de Bolívar derroto a sus opositores”.


Esquina Sur-Occidental de la Plaza en 1945

Entonces, este documento presenta el nuevo diseño de la Plaza como una manera de recordar este escenario tan importante en la historia, como un punto donde la comunidad se puede reunir, expresar sus ideas y exaltarla como parte de la identidad nacional y de su significado en la Independencia como parte de la apropiación de nación y conjunto urbano.

La Plaza de Bolívar de Bogotá

Reseña: La Plaza de Bolívar de Bogotá, La Ciudad: Habitad de Diversidad y Complejidad. Juan Carlos Pérgolis Departamento de Arquitectura, Facultada de Artes – Universidad Nacional de Colombia. 2002

El documento de Juan Carlos Pergolis, que sirvió como guía para la cátedra de Manuel Ancizar, inicia con una breve descripción de la Plaza de Bolívar adornada con palabras y elementos que llaman la atención y sitúan al lector en el sitio de interés: la Plaza de Bolívar, con la intención de generar al tiempo una “mirada a nuestra Plaza Mayor, desde la semiótica del deseo” y una identidad con la plaza: yo y la Plaza; para así continuar con una detallada vista a los cambio que ha sufrido la plaza durante los años noventa.

Así, el recorrido por la carrera séptima y el arribo a la plaza de Bolívar se convierte en un conjunto de signos y lugares que componen la relación plaza-emoción:

“Voy a la deriva en el mar de signos que evidencian los mensajes de la ciudad de la comunicación, vitrinas, gente, artesanías, vehículos, ruido; sin embargo, cada signo es nítido y esa es la magia de la ciudad. […] ahora, frente al Museo del Veinte de Julio…, intento adivinar la presencia de la Torre del Observatorio del sabio Caldas, por detrás de la mole del Capitolio. […] No veo el Observatorio, lo intuyo y lo relaciono con la Casa del Florero. De pronto, el sol anaranjado y enorme de la tarde bogotana aparece en el ángulo entre el Capitolio y la Alcaldía, sobre la Casa Comunera. La Calle Real desemboca como un río en la Plaza Mayor […] Voy a la deriva, me deslizo sin un rumbo preciso en la desorientación que me produce la gran cantidad de signos, los infinitos mensajes; los atravieso a todos, en algunos hago una escala momentánea, la Plaza de Bolívar como forma, está muy lejos de mí, cruzo la plaza-emoción, que reúne todas las plazas, todos los soles, todos los signos.”

“En la noche del 19 de Julio de 1926 presenció, el novelero pueblo bogotano, los juegos combinados de agua y luces polícromaticas de cuatro fuentes, dispuestas en cuadro en una plazoleta también cuadrada, para la que fue preciso excavar el declive natural de la plaza. El tamaño exageradamente macizo de las fuentes impuso la adopción de un pedestal aun mas alto para que la estatua, situada en el centro de la plazoleta, pudiera verse a cierta distancia…”, señala el historiador Carlos Martínez. Este cambio de la plaza transformo la imagen de Bogotá de aldea a ciudad, donde “el geométrico tratamiento de espacio proporcionaba una elegante monumentalidad que el centro nunca había tenido, donde las proporciones del Capitolio, la sobria fachada de la Catedral del monje Petres y el Edificio Lievano, hablaban de una ciudad que construyo cuidadosamente el patrimonio colectivo”, en una época de difíciles condiciones económicas.

“La Plaza de Bolívar, el principal espacio de la ciudad recibía las señales que construía cada generación con un claro sentido de identidad”. Sin embargo, la obra del Arquitecto Alberto Manrique Martín vivía hacia 1938 un periodo de decadencia y esplendor, con periodos de cuidado y mantenimiento obsesivo o periodos de olvido, deterioro y abandono; donde las fuentes sin agua se convirtieron en depósitos de basura, pero que luego se transformaron en un fantástico esplendor de la ciudad, donde los tonos multicolores jugaban de una manera especial con la noche bogotana.

Pero la plaza era observada con respeto desde los andenes, porque no era común que la atravesaran, solo unos pocos lo hacían. Ni la tensión ocasionada por el comercio del edificio Lievano en la octava y el de Altozano de la Catedral en la séptima, o los muchachos del San Bartolomé, no obligaban a los bogotanos a atravesar la plaza, ni siquiera para abordar el tranvía expreso.

En ese momento, la voz de Colombia (emisora) se situaba en el segundo piso del edificio Lievano, el almacén Mazuera cruzando la calle 11 y la sombreria de Madame Daguer se encontraba íntimamente en un apartamento del palacio episcopal en la esquina de la calle 10. “Todo está cerca de esta plaza de Bolívar”. Todo lo que esto ocurría en las esquinas de Chapinero, en el tranvía que volteaba en la distante calle 72 o en la vida de la Pedagógica, se comentaba en el marco de la plaza como parte de lo cotidiano. Simplemente, “porque lo cercano y lo lejano más que distancia explican sentimientos. En Bogotá de los años treinta y cuarenta, cercano sugería lo propio y lejano daba a entender lo ajeno”, porque en esta “ciudad de altiplano, encerrada entre montañas” nada era lejano o ajeno. Pero los conceptos de lejano y cercano son categorías de tiempo que proponen transversalidad, y se entienden como parte de las categorías espaciales.

Pero en la sociedad actual (refiriéndose a la Bogotá de finales del siglo XX) el centro pierde su significado como característica de la ciudad, y cada habitante pasa a ser un centro referencial de territorio. Pero sin centro no hay referencia de distancia, por lo que sin lejanías o cercanías no existe ciudad. No obstante, esta alteración no corresponde a la ciudad detallada por el Urbanismo moderno, que la ideaba “recortada en partes funcionalmente especializadas y significantes del todo” constituida en un territorio fuertemente estructurado y jerarquizado; ya que este convirtió la ciudad en una sin partes y sin todo, en “fragmentos indiferenciados que juegan arbitrariamente sobre estructuras inestables”.

Hacia 1947, la Sociedad Colombiana de Arquitectos, la Alcaldía y el Ministerio de Educación, invitan a Le Corbusier a Bogotá, el cual entrego un plan director o plan piloto en 1950, basado en cuatro planes generales: el regional, el metropolitano, el urbano y el centro cívico, lo que permitió ver una “Bogotá imaginada” sumergida en una utopía moderna donde se construirían carreteras, autopistas, barrios obreros y bloques de vivienda.

Con una inauguración del centro cívico, la cotidianidad de la ciudad se hubiera alimentado del sentido de modernidad y pertenencia de la sociedad bogotana, y convertiría a la capital en una fascinación para sus habitantes, una “Bogotá espectáculo” que llevaría a la construcción de una Bogotá moderna que satisficiera los “deseos urbanos de todos y cada uno de sus habitantes, de aquellos que veían en la ciudad un paso más hacia ese intangible que llaman progreso”. Sin embargo, la plaza cívica de Le Corbusier nunca se construyo.

“Pero las masas sobrentienden el sentido en tanto satisfacen el deseo urbano, en lo demás parecen buscar signos, formas, estereotipos, todo aquello que permita idolatrar lo espectacular, como la plaza del centro cívico…”; pero con estos cambios a lo moderno desaparecen obras como las Galerías Arrubla consumidas en el fuego, o el edificio Lievano que no cupo en el Plan de Le Corbusier; y a pesar de que pueda significar progreso la “innovación y desarrollo en la construcción de Bogotá moderna”, en lo que puede desaparecer, formas y elementos, radica la nostalgia y la prevención a la amnesia colectiva, claros símbolos de la persistencia de la memoria por entender las manifestaciones de deseo, de no olvidar.

“El 16 de Julio de 1961, […], se inauguro la nueva Plaza de Bolívar, la que hoy conocemos” donde cuarenta mil niños de escuelas públicas entonaron el himno nacional. Los concursantes del concurso de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, “entendieron que en el ámbito asustero y puro flotaría por siempre en el espíritu de Le Corbusier”. Sin embargo, la desaparición de las cuatro fuentes del centro de la plaza, sentó un precedente de modernidad, inventando una nueva imagen, “moriría una Plaza de Bolívar y nacía otra” donde no existían estacionamientos ni fuentes, ubicando a Bolívar y su pedestal como el único ornamento, piso en piedra, sin árboles, tanques ni jardines.

Así, la Plaza de representaba “austeridad y modernidad, menos es mas”, como ya lo sabían los bogotanos, estrenando el espacio más fascinante de Bogotá. Sin embargo, “nadie pensó que se perdía identidad y si alguien lo hubiera sospechado, nadie lo hubiera dicho ya que en ese momento nadie hablaba de identidad, porque nadie dudaba de ella”. Con esta trasformación se adquiría un nuevo sentido para el centro, donde se mezclaba gobierno, comercio, todo en un enorme y sobrio espacio de poder.

Poco a poco, el tranvía, las fuentes y los sombreros fueron desapareciendo así como las construcciones de la calle 11 con la construcción del nuevo Palacio de Justicia (inaugurada incompleta en 1970 y que murió en 1985, sin la torre de veinte pisos homenaje a los rascacielos de Le Corbusier). También se fueron los almacenes de la octava en el primer edificio Lievano, convirtiéndose en una galería porticada resultado de la renovación del Arq. Fernando Martínez, desapareciendo los chocolates, las modas y la geometría art deco de la cuadra más concurrida de la ciudad. Por último se fueron las Cancino con su almacén de antigüedades del cabildo eclesiástico “construido donde antes existió la pequeña iglesia de los conquistadores y la primera catedral, […] la cárcel de eclesiásticos y el juzgado de diezmos”.

Todas estas nuevas imágenes e identidades, llevo a los bogotanos más allá del signo, “porque cuando desaparecen los signos, quedan las presencias”. Pero en la noche todo cambia, “porque la ciudad tiene dos identidades […], una está dada por las estabilidades, la seguridad y los movimientos recurrentes; la otra es la ciudad del desarraigo, de las tribus urbanas, de los otros, esa temida contraparte de lo establecido, de lo arraigado. Uno es la ciudad de la Plaza, la otra es de las calles”. Y cuando se piensa en el futuro se ve una ciudad enorme, fragmentada y dispersa como la segunda, “contexto de ciudadanías diferentes, nómadas y desarraigadas de multiplicidad cultural y simultaneidad cada día más desligada de cualquier forma”. Pero la estabilidad está dada en la Plaza, y el desarraigo y fragmentación por la calle, lo que conlleva a una ciudad móvil, “inestable, nómada, transitoria, esa que ocupa todo el territorio colombiano, porque la ciudad es destino y es deseo, es imaginario y filtro de toda la instantánea cotidianidad del modo de vida nacional”.

Es por esto que la trasformación y cambio a la modernidad es fascinante, ante falta de signos; que la ciudad que es destino y deseo no tiene jerarquías, solo sucesos, ciudad-red sin principios ni fin, resultado del urbanismo que nace en la Plaza.

De la Atenas Suramericana a la Bogotá Moderna, La Construcción de la Cultura Ciudadana

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Reseña: De la Atenas Suramericana a la Bogotá Moderna. La Construcción de la Cultura Ciudadana en Bogotá. Revista de Estudios Sociales No. 11 - Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de los Andes. Fabio Zambrano Pantoja, Bogotá Febrero de 2002

El texto de Fabio Zambrano Pantoja plantea de una manera detallada la forma como evoluciono la Bogotá de finales del Siglo XIX y comienzos del siglo XX en el aspecto cultural, social, económico y urbano.

Aunque el proceso de modernización de Bogotá fue bastante lento debido a su aislamiento de las fuentes de modernización que afectaron de una manera más temprana a otras ciudades latinoamericanas, por lo que la ciudad continúo regida por principios sociales y culturales provenientes de la tradición. “Sin embargo, una lenta modernización proveniente de la industrialización, así como de la economía exportadora, dejaron sentir sus efectos a la altura de las tercera década del siglo XX”, lo que permitió un intimo ingreso de la modernidad generando una democratización del paisaje social y urbano. Así la historia urbana muestra una ciudad que ha mejorado sus condiciones de vida y ha consolidado la construcción de una cultura ciudadana.

La afirmación del español Menéndez Pelayo donde señala que “la cultura literaria en Santa Fe de Bogotá, […], es tan antigua como la conquista misma”, fue tomada por varios cronistas de la ciudad como Pedro Ibáñez, quien afirmo que “el estatus de Bogotá como ciudad civilizada se remonta a los tiempos de la conquista”. Fue así, como a finales del siglo XIX se construyo una imagen de la Bogotá culta creada por su elite intelectual que consideraba que la ciudad estaba por encima de las otras ciudades latinoamericanas. Esta imagen se alimento con el establecimiento en Bogotá de la primera sede de la Academia de la Lengua en América en 1871 y del Salón Ateneo en 1884, destacando así “el hecho de que en la Bogotá de entonces el uso de la lengua se había convertido en un instrumento para distinguir lo que la elite consideraba culto”; y como herramienta para “humanizar y civilizar”.

Todo esto, se trataba de una respuesta de la ciudad letrada al resultado de la democratización provocada por la integración de la ciudad al mercado global y la aparición de migrantes en la provincia de Bogotá, muchos con recursos significativos pero que la alta sociedad solo reconocía como incultos: provincianos. Un ejemplo fue la remodelación del parque Santander a finales del siglo XIX, el cual se asemeja a un “rincón fino de Paris”, ya que se logro crear un espacio para el buen gusto. “Así, la exaltación del progreso respaldado por el proyecto culto, permite destacar como la idea de culturizarse encontraba por encima de cualquier otra consideración urbanística”, privilegiando los escritos, la tertulia y el espacio público para establecer su proyecto de sociedad urbana.

El contrate no podía ser mayor, ya que a finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, la ciudad atravesaba por la peor crisis higiénica de la historia, y por una extrema pobreza que llevaba a ricos y pobres a compartir el mismo espacio urbano; los símbolos de jerarquización social del espacio urbano habían desaparecido y la elite recurrió al hablar y a los buenos modales para tener una diferenciación social. Esto conllevo a elaborar una nueva urbanidad burguesa que sustituyera el desastre de la época de la ciudad e incluyera el respeto por el orden social y por la imagen de la ciudad culta.

Todo esto llevo a la Bogotá de finales de siglo XIX e inicios del XX que se sintiera como una ciudad culta donde la persistencia de las costumbres asegurara la posición de todos los patrimonios y bienes culturales.

Hacia los años 20, “la ciudad inicia la trasformación de la cultura urbana y con ella inicia el surgimiento de un nuevo espacio público”. El rostro de la ciudad experimenta algunos cambios profundos, por primera vez se construyen edificios más altos que la catedral y los primeros bancos como nuevo símbolo de progreso. Se pasa de la influencia arquitectónica francés a la escuela de Chicago y al ArtDecó neoyorquino, donde se construyen edificios, vivienda, acueductos, alcantarillados, escuelas, hospitales y plazas.

Los clubes fundados a finales e inicios de siglos, fueron en sus inicios lugares exclusivos de hombres en amplias casonas del centro histórico, usadas para conservar, jugar o leer prensa. Por otra parte, la inversión pública en infraestructura permitió la generación de espacios públicos como el parque nacional en 1934, un estadio de 43 fanegadas de la hacienda El Campin en 1936 y otro en la sede de la Universidad Nacional en 1937.

“La progresiva industrialización, así como la profesionalización de la arquitectura, acelero la trasformación de la ciudad con la introducción de nuevos materiales de construcción tales como el hierro, el acero, el vidrio y el concreto reforzado”. El uso del ladrillo a la vista y la popularización del vidrio caracterizan la época. Así mismo, el modelo de edificio norteamericano hace presencia y la demolición de joyas coloniales como el convento de Santo domingo para darle paso al edificio Murillo Toro, y el claustro de San Agustín, reflejan la polémica entre la tradición y modernidad que se tiene en la Bogotá de la Época.

Así, la ciudad como espacio de representación de poderes, paso de manifestarse como un escenario de diferenciación social, para convertirse ahora en un espacio de representación de la nueva realidad: la igualdad, representada por el libre acceso al espacio público y a la homogenización del paisaje social urbano.

La anexión de los 6 municipios vecinos a Bogotá en 1954

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Reseña: La anexión de los 6 municipios vecinos a Bogotá en 1954, “un hecho con antecedentes” – Revista Bitácora Urbano-Territorial, 2005

“La anexión de los seis vecinos a Bogotá en1954, es un proceso urbano, político y económico iniciado a mediados del siglo XIX, continuado a lo largo del siglo XX” buscando confirmar a Bogotá como capital, ampliando su territorio urbanizado a finales del siglo XX.

A lo largo de la historia, en la sabana de Bogotá han existido diversos poblados que han aprovechado las condiciones geográficas y climáticas que en la época prehispánica conformaba la red de poblados muiscas. Antecedentes lejanos, de que en el área de Bogotá se encontraban los centros de poder político muiscas. Y este hecho fue decisivo en la definición de Bogotá como capital en la colonia, su presencia en el periodo de independencia y su consolidación en la época republicana.

Así a inicios del siglo XX, durante la “hegemonía conservadora” del general Rafael Reyes (1904 -1909), se propusieron cambios en la división territorial y se determino que Bogotá fuera Distrito Capital adquiriendo importancia de departamento, lo que fue aprobado en las leyes 17 del 11 de abril de 1905 y 1 del 5 de agosto de 1908. Y en la demanda republicana liberal, el presidente Alfonso López Pumarejo impuso algunas reformas a la constitución donde Bogotá no era solo capital de Colombia, sino también Distrito Especial, estipulando su relevancia entre diferentes municipios del país y la posibilidad de que la ciudad agregara uno o varios municipios “siempre que se solicitara la anexión por tres cuartas partes de los concejales del respectivo municipio”.

En 1954, por decisión del consejo de gobierno, se produce la anexión propiamente dicha, durante el gobierno del General Gustavo Rojas Pinilla, de seis municipios vecinos: Usaquén, Suba, Engativá, Fontibón, Bosa y Usme, aunque no se tuvo en cuanta la solicitud de las tres cuartas partes del consejo de cada municipio.

Desde el punto de vista urbano y legislativo, la anexión fue precedida por la ley88 del 27 de noviembre de 1947 en el gobierno de Mariano Ospina Pérez, sobre el formato de desarrollo urbano de municipios, que aprobaba:
“Los municipios que tengan un presupuesto no inferior a $200.000, están en la obligación de levantar el plano regulador que indique la manera como debe continuarse la urbanización futura de la ciudad”

Contratando así los planos reguladores de Bogotá, Cali y Medellín.

En 1950, bajo el gobierno del Presidente Mariano Ospina Pérez y el alcalde Fernando Mazuera Villegas, se contrato al Arq. Le Corbusier para realizar el plan piloto de Bogotá, el cual se concibió en dos fases: 1ª el plan piloto que establecía las bases generales y 2ª el plan regulador que desarrollaría las propuestas del plan piloto; desarrollado por las directrices de la carta de Atenas (documento resultado de los congresos internacionales de Arquitectura Moderna) donde se daban propuestas para la planeación futura de la ciudad. Se pensaba que “la ciudad debía ser estudiada en el conjunto de su región de influencia”, llevando a Bogotá a entender las relaciones con los municipios vecinos a través del plan regional.

Sin embargo, el plan regulador de Le Corbusier no fue aprobado, y en vez de este se declaro la anexión de los municipios mencionados, a pesar que no existían planes para estos nuevos y enormes territorios. Esto debido a que el plan iba en contra de los intereses económicos de quienes veían en la urbanización un atractivo negocio, ya que el plan estipulaba la carrera 30 como eje de crecimiento hacia el occidente, lo que conllevo al rechazo de los urbanistas de la época por que dejaba a un lado algunos terrenos de los municipios vecinos. Pero la anexión, demostraba que el plan regulador era necesario, pero las decisiones de crecimiento quedaron en manos de los urbanizadores.

Pese a esto, la anexión de los municipios desbordo todo limite y aun más el que planteaba el plan piloto, que fijo su borde hacia occidente en lo que hoy es la carrera 30; incorporando algunos barrios construidos con anterioridad y fuera del límite urbano. La ciudad se planteo como una estructura monotemática alrededor de un centro cívico, localizado en la Plaza de Bolívar, pero desde finales del siglo XIX se ha desarrollado un esquema policéntrico con el surgimiento hacia el norte de Chapinero, ratificando la anexión de los municipio que se consolidaron como centralidades, haciendo crecer a la ciudad ampliando cada tanto el limite urbano, diferente a lo pensado como un crecimiento con manejo de densidades: altas en el interior y bajas en la periferia.

Todo esto conllevo a que a inicios del siglo XX se afectara el limite urbano por la necesidad de territorio, para la construcción de barrios obreros como consecuencia de la escases de vivienda en sectores de menores ingreso; o para localización de grandes equipamientos como la ciudad universitaria, que no podía localizarse en el casco urbano o en su ensanche urbano.

Así, Bogotá paso de tener 2.700 hectáreas a 8.040, cuatro veces más que su dimensión original; la población aumento de 715.000 habitantes en 1951 a 1.139.000 en 1958, dirigiendo a la ciudad a un desbordamiento del crecimiento urbano, visible en la desaparición de haciendas y construcción de grandes urbanizaciones, muchas no legalizadas, en limites de los municipios anexados y Bogotá; es decir que se hicieron cuando aún no había oficializado la anexión. Pero esto se presento debido a que estas construcciones no debían cumplir las normas que se usaban en la capital, sino que solo necesitaban el permiso de la oficina de planeación del departamento.

Este crecimiento demostró que el crecimiento urbano en Bogotá inicia hacia la parte sur del centro, así como en los terrenos anexados al sur occidente en el sector de Bosa, luego en la Av. De las Américas (construida en 1948 para conectar a la ciudad con el aeropuerto de Techo), en las áreas anexas al municipio de Fontibón en donde se construye el aeropuerto el Dorado hacia 1958, el sector ubicado sobre la calle 68 y costado occidental de la carrera 30 (actual Av. Ciudad de Quito y limite propuesto por Le Corbusier en el plan piloto) sobre la cual se había construido la ciudad universitaria y el estadio el Campin.

Pero en los municipios de Suba y Usaquén, atravesados por la autopista norte (vía de altas especificaciones) que conectaba en la época, la ciudad con el municipio de Chía, experimentaban el mayor crecimiento en los años 70, después de la realización de infraestructura de agua y electricidad en 1958, permitiendo la construcción de urbanizaciones para altos y medios ingresos con servicios públicos prioritarios.

Usme, el municipio más grande de los seis anexados, no experimento cambios importantes, sino solo hasta las últimas décadas del siglo XX con el plan de ordenamiento territorial que provee su expansión, lo que expone que no fueron claras los motivos de su anexión, mas aun conteniendo el Paramo de Sumapaz y limitando con los departamentos del Tolima, Huila y Meta (entonces Intendencia del Meta), por lo que la anexión, se cree, se hizo para resguardar el reservorio de agua del paramo, pero ¿entonces por qué se realizo la planta hidráulica de Tibitoc, en la alcaldía de Fernando Mazuera para proveer de agua al norte de la ciudad?

Hay que destacar que después de la anexión, el 24 de enero de 1955, se fundó la Asociación de Urbanizadores y Parceladores con la ayuda de FENALCO, por lo que este evento promovió el negocio inmobiliario de los urbanizadores. También, se destaco el aporte al desarrollo urbano de la firma OSPINAS, de la cual era accionista el Doctor Mariano Ospina Pérez; y de Fernando Mazuera quien después fue director de una importante constructora con su nombre. Es así como en Colombia ha existido la necesidad de especializar las ideas políticas en el territorio y el urbanismo.

Sin embargo, en Bogotá no se desarrollo la infraestructura adecuada, con algunos problemas en el transporte. “En este rápido panorama sobre la anexión de los seis municipios vecinos a Bogotá en 1954, se puede destacar que frente a un hecho tan significativo, la participación de diferentes intensidades fue la característica más destacada”

Cronograma Segundo Semestre del 2010

AGOSTO

26 - Momentos Culturales del Bicentenario: iconos y símbolos: una aproximación a nuestra identidad.

Muestra visual de los símbolos que han contribuido a la formación de nuestra identidad nacional. Los símbolos como representaciones conscientes de una sociedad materializan el sentimiento nacional que engloba la identidad. El símbolo como objeto cultural presenta una realidad mostrable resultado de las interacciones humanas en sociedad.

SEPTIEMBRE

14 al 18 - La Universidad Piloto contada desde la memoria.

Muestra visual en la que cada uno de los miembros de la comunidad académica (estudiantes, fundadores, administrativos, profesores, personal de servicios, etc) contará la historia de la universidad desde su experiencia, sus personajes, sus símbolos e imágenes como representaciones de la identidad piloto. En esta actividad participarán cada una de las asignaturas del Área Común de Humanidades para crear así una historia contada a varias voces.

14 al 18 - Conversatorio "conversaciones desde la academia en torno al Bicentenario.

Teniendo como punto de partida la idea de que la Celebración del Bicentenario de la Independencia no es sólo un espacio para recordar y ahondar sobre el hecho histórico, sino, más bien, una oportunidad para reflexionar sobre los procesos que ha vivido nuestro país en estos 200 años; el Área Común de Humanidades busca extender una invitación a los decanos de las diferentes facultades o carreras para realizar entre ellos un conversatorio en el que desde su experiencia y conocimiento de la realidad que viven sus carreras presenten a la comunidad universitaria ¿Cuál creen que es el papel que sus disciplinas cumplen en la construcción del Estado –nacional y, Cómo éstas disciplinas pueden ayudar a nuestro país a suplir las necesidades que este siglo XXI, que estamos comenzando, nos deparan?

14 al 18 - Conversatorio "Pasaporte a la Cultura"

Ciclo de conferencias durante la semana universitaria de la Universidad Piloto de Colombia en las que se aborden, desde aspectos culturales tales como: el arte, la música, el cine, la televisión y el deporte propiamente colombianos, cómo en ellos se ve reflejada la idea de nación y la identidad nacional que hemos estado construyendo en los últimos 200 años.

El área se propone ofrecer una serie de conferencias, amenas, muy didácticas, en las que los estudiantes puedan reconocer y debatir sobre cómo estos aspectos culturales nos ayudan a construir, revalorar, trasformar y fortalecer una idea de quiénes somos y para donde vamos.

Se llevarían a cabo cuatro conferencias de los siguientes temas

-Cine y Televisión Colombiana: Propone discutir cómo a lo largo del siglo XX estos medios masivos de comunicación han presentado y construido un imaginario sobre lo que es Colombia y quiénes son los colombianos, y, si el cine y la televisión colombiana ha trabajado esos temas y cómo.

-Música: Propone discutir cómo la música hecha en Colombia refleja, representa y construye unos elementos que se han convertido en propios de la identidad colombiana a través del tiempo y cómo los apropiamos a lo largo de la historia nacional.

-Deporte: Propone discutir cómo el deporte y su práctica por parte de miembros de nuestra nación ayudan a construir un sentido de pertenencia y reflejan, representan y construyen unos elementos que se han convertido en propios de la identidad colombiana a través del tiempo y cómo los apropiamos a lo largo de la historia nacional.

-Arte: Propone discutir cómo a lo largo de estos 200 años las expresiones artísticas nacionales reflejan elementos propios de la identidad nacional, y han ayudado desde los imaginarios y discursos visuales, a construir, reforzar o trasformar una idea de la nación y de la cultura colombiana.

OCTUBRE

28 - Momentos Culturales del Bicentenario: Mi familia es un museo

Exposición de objetos significativos que reactiven los recuerdos de las distintas generaciones que componen la comunidad universitaria, en una ejercicio de reconocimiento de los elementos que nos hacen sentir colombianos.

Los objetos como huellas del hombre también son hijos de su tiempo, estos son representaciones de una sociedad, en ellos están inscritos nuestros logros, avances, frustraciones o temores. Son la evidencia del desarrollo material de una sociedad en un momento determinado. Así mismo, son los objetos herramientas donde pervive la memoria colectiva de una generación

NOVIEMBRE

11 - Momentos Culturales del Bicentenario: Evento de Finalización, instalación de la cápsula del tiempo de la Universidad Piloto de Colombia y Concierto.

Actividad de cierre que reúne distintos géneros musicales con el objetivo común de interpretar las melodías más representativas de nuestro país en los últimos años, por último, se propone instalar una cápsula del tiempo donde se guardarán los elementos más representativos de la celebración en la universidad.

*Toda la información de la celebración del Bicentenario en la Universidad Piloto de Colombia está disponible en la página oficial de la Presidencia de la Republica para la Celebración del Bicentenario.

Logros y Eventos de Memoria y Cultura

El grupo de estudio Memoria y Cultura del Área Común de Humanidades ha propuesto una serie de actividades que tienen como finalidad la vinculación de la Universidad Piloto en las celebraciones del Bicentenario que se han llevado a cabo a nivel nacional durante el año 2010.

Actividades de vinculación con la comunidad universitaria
Actividades Primer Semestre 2010


1.Las actividades que estuvieron a cargo del grupo de estudio del Área Común de Humanidades fueron:

MARTES 27 DE ABRIL

•Conversatorio: Discursos e imaginarios sobre la independencia de Colombia (8:00 AM – 10:00 AM)



Sandra Peña, Mauricio Chaves y Diana Piraquive, docentes del Área Común de Humanidades, abordaron como eje central de discusión la configuración histórica de algunos imaginarios y mitos fundacionales que han contribuido a la formación de nuestro Estado- Nación. La metodología utilizada fue inicialmente la proyección de un video, elaborado por estudiantes de arquitectura, en el que se evidenciaron las ideas que posee la comunidad académica con relación a tres preguntas ¿Por qué nos independizamos?, ¿Quiénes hicieron la independencia? y ¿Cuáles fueron las consecuencias de la independencia? ; Posteriormente se realizó un conversatorio en el que desnaturalizaron algunas ideas que ha legitimado la escuela por varios siglos a través de las cátedras de Ciencias Sociales. De esta manera, se invitó a los estudiantes a crear espacios de reflexión para que se involucren en la formulación de inquietudes hacia lo que se ha conocido como la historia de nuestro país.

•Socialización de experiencias en investigación (6:00 PM- 8:00 PM)



Los estudiantes del grupo de estudio Memoria y Cultura del Área Común de Humanidades presentaron sus experiencias de investigación. La actividad permitió exteriorizar los adelantos en los proyectos de investigación de las distintas líneas que conforman el grupo Memoria y Cultura, posibilitando así un acercamiento de la comunidad académica a la investigación interdisciplinaria desde cada una de las carreras que ofrece la universidad.



Los asistentes tuvieron la oportunidad de interactuar con los estudiantes que componen el grupo de estudio desde sus intereses e inquietudes.

MIERCOLES 28 DE ABRIL

•Degustando en Bicentenario (10:00 AM- 12:00 M)



El Área Común de Humanidades con el apoyo institucional del SENA, realizó una muestra gastronómica cuyo objetivo central fue presentar la relación entre comida y cultura a lo largo de la historia colombiana. Dicha actividad inició con un acercamiento a lo que ha sido la historia de la gastronomía en nuestro país desde un punto de vista académico, identificando y caracterizando los elementos españoles, indígenas y africanos que componen nuestros platos típicos desde la época prehispánica hasta hoy; finalmente, los estudiantes del SENA ofrecieron una degustación representativa de lo expuesto por el instructor



•Socialización de experiencias en investigación (2:00 PM- 4:00 PM)

Los estudiantes del grupo de estudio Memoria y Cultura del Área Común de Humanidades presentaron sus experiencias de investigación. La actividad permitió exteriorizar los adelantos en los proyectos de investigación de las distintas líneas que conforman el grupo Memoria y Cultura, posibilitando así un acercamiento de la comunidad académica a la investigación interdisciplinaria desde cada una de las carreras que ofrece la universidad.

Los asistentes tuvieron la oportunidad de interactuar con los estudiantes que componen el grupo de estudio desde sus intereses e inquietudes.

Esta segunda exposición contó con la presencia de los investigadores de COLCIENCIAS María Isabel Zapata y Rafael Díaz Díaz Doctores en Historia y en Investigación Interdisciplinaria, quienes explicaron desde su experiencia la importancia de la investigación en la academia y en la formación profesional.

•Conferencia: Colombia rumbo al Bicentenario (6:00 PM- 8:00 PM)



El Doctor Germán Mejía Pavony Director y Asesor para la Celebración del Bicentenario de Colombia, ofreció una conferencia de hora y media cuyo objetivo fue exponer la importancia de la recuperación de la memoria histórica para el fortalecimiento de la identidad nacional.


ACTIVIDADES PERMANENTES

•GALERÍA DEL BICENTENARIO




Concurso realizado por el Área Común de Humanidades y el grupo de estudio Memoria y Cultura mediante una convocatoria abierta a toda la comunidad universitaria en las categorías de Comic, Manga, Caricatura, Grafiti y Fotografía alrededor de cuatro temas: Independencia, Héroes y Heroínas, Identidad Nacional e Historia de Colombia.



Los trabajos recibidos fueron expuestos en el primer piso del edificio Fundadores y enumerados para motivar a los estudiantes, docentes y administrativos a votar por los mejores trabajos en las categorías: el más controvertido, el más colombiano y el más original. Las urnas fueron ubicadas en el mismo lugar de exposición los días 28 y 29 de Abril.

Los ganadores de los premio mayores fueron elegidos por los profesores de Diseño Grafico y el veredicto final fue emitido el día 30 de Abril en la actividad realizada de 8:00 a 10:00 am.

MUESTRA VISUAL LECTURAS DE LA INDEPENDENCIA

Exposición en la que se muestra la evolución de distintos elementos cotidianos que han sido constitutivos de nuestra historia y de nuestra identidad como colombianos. Es así como se cuenta la historia y la transformación de espacios urbanos, de los billetes, de la gente, de la caricatura y del vestuario a partir de un discurso grafico y una breve explicación de las características principales de la época en la que surgen.



2.Actividades realizadas en conjunto con otras facultades:

•Evento de apertura de la Semana Piloto (Lunes 26 de Mayo 6:00 pm – 8:00 pm)


La Facultad de Economía y el Área Común de Humanidades realizaron una tertulia acerca de elementos cotidianos del siglo XIX como el vestuario, la religión, la comida y la música en relación con el liberalismo económico, eje central de discusión. El evento contó con la participación del Doctor Jaime Orlando López de Mesa, Decano de la Facultad de Economía de la Universidad Piloto de Colombia, junto con algunos docentes de dicha facultad y del Área Común de Humanidades.
Al finalizar el evento se realizó una muestra folclórica y una degustación de pasabocas típicos de Colombia.

3.Actividades realizadas en conjunto con Bienestar Institucional


•Recuperando nuestra memoria: Juegos Tradicionales (Jueves 29 de Mayo 11:00 AM – 2:00 PM)



Bienestar institucional en conjunto con el Área Común de Humanidades realizaron una muestra de algunos juegos tradicionales de nuestro país entre los que se encuentran la coca o balero, el trompo, los carros esferados y el Cucunubá. El objetivo central de esta actividad es reconocer el papel fundamental que han cumplido estos elementos recreativos en la configuración de la identidad colombiana y a su vez en la reactivación de la memoria individual y la memoria colectiva, para alcanzar este fin se realizó una exposición por medio de afiches y anuncios por parte de la animadora del evento acerca del trasfondo histórico de estos juegos y su configuración como símbolos de nuestra cultura.



En esta muestra la comunidad académica tuvo una participación activa en las competencias de las distintas categorías y como espectadores de las habilidades de los profesionales en estos juegos. Los ganadores recibieron trofeos que tenían modelos a escala de los elementos utilizados en cada juego.

Semillero Memoria y Cultura



En el primer semestre de 2009, como resultado de ejercicios que se desarrollaron por parte de los estudiantes de la materia Historia de las culturas, el profesor Andrés Mauricio Chaves Remolina y un grupo pequeño de estudiantes con la inquietud por enriquecer su cultura general establecen un espacio de reunión que les permitiera mejorar dichos ejercicios para presentarlos en la semana piloto de la identidad de ese semestre. A partir de tal experiencia, nace la propuesta de crear un espacio permanente en el que los estudiantes de la universidad puedan acercase a la historia, para que ésta se convierta en una herramienta de trabajo en su formación como profesionales integrales de las diferentes carreras.

Así, nace el grupo Memoria y Cultura. Por medio de este espacio el ÁREA COMÚN DE HUMANIDADES busca que los estudiantes de las diferentes carreras puedan, a través de experiencias de investigación en temas de su área de estudio, apreciar cómo el conocimiento histórico y la investigación histórica pueden complementar su saber.



CARÁCTER DE GRUPO

El grupo Memoria y Cultura es un grupo de estudio conformado por docentes del Área Común de Humanidades y estudiantes de todas las carreras de la Universidad que busca establecer un espacio permanente en el que se puedan abordar temas y problemas de las carreras que brinda la universidad haciendo uso de la historia como una herramienta para ampliar la perspectiva y resolver los problemas de investigación.



¿CÓMO ESTÁ CONFORMADO EL GRUPO?

El grupo en la actualidad opera bajo un proyecto macro que se formula en el marco de la celebración del Bicentenario de la Independencia de Colombia y que tiene como objetivo general analizar el hecho histórico que se celebra a través de los imaginarios y las representaciones presentes en los discursos que circulan, tanto en la celebración del centenario como del bicentenario, dadas las particularidades históricas de ambas celebraciones y sus diferencias por el manejo de éstas desde la política estatal y no estatal . En ese sentido, dado que el objetivo de construcción de este grupo es que los estudiantes utilicen el saber histórico como herramienta para abordar temáticas propias de sus disciplinas, se decidió resolver la pregunta de investigación desde distintas ópticas y, por ello, se constituyeron líneas, cada una con varios microproyectos desarrollados en distintos niveles de formación dentro del proceso de investigación.

En la actualidad el grupo cuenta con tres líneas de investigación que agrupan carreras profesionales afines y son dirigidas por 3 tutores docentes del Área Común de Humanidades, estas son: Tectónica y representación (Arquitectura e Ingeniería Civil), Tutora Sandra Liliana Peña Villalba, Geografía Viva (Administración y gestión ambiental) Tutora Diana Carolina Piraquive Monroy y Marcando Historia (Administración de Empresas, Ingeniería de Mercados y Negocios Internacionales) Tutor Andrés Mauricio Chaves Remolina.



PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

La formación de identidad a través de la historia es uno de los pilares fundamentales de nuestro país porque resulta ser el insumo que posibilita la construcción de la idea de nación y lo que significa ser colombiano dentro de nuestro contexto social y cultural. Es en esa medida, en la que el Estado Colombiano tiene la necesidad de promover constitucionalmente el acceso a la cultura y la educación técnica, científica, artística y profesional con miras al fortalecimiento de la identidad nacional .

Precisamente, en ese marco, todas las instituciones educativas deben orientar sus currículos y proyectos de formación al cumplimiento de este objetivo, promoviendo además, el fortalecimiento de la enseñanza de la historia para estrechar los lazos de pertenencia y respeto hacia nuestro país aportando a la formación de una ciudadanía que no sólo respete las normas, sino también para que sea participe en su creación, desarrollando de esta manera las competencias que son cada vez más necesarias para las relaciones sociales del mundo contemporáneo. Es bajo estas condiciones que la Universidad Piloto de Colombia tiene como principio rector la formación de identidad a nivel institucional, en coherencia con las problemáticas del país y las necesidades de los contextos específicos; aportando de esta manera con profesionales formados en el ámbito investigativo, técnico, científico y humano con la capacidad para construir conocimiento desde sus campos profesionales teniendo presente el compromiso social y ambiental.

Precisamente en relación al tema de identidad, desde los espacios académicos Historia de las Culturas y Ética y Ciudadanía se han detectado serias deficiencias en lo relacionado con los conocimientos de la Historia de Colombia, elemento constitutivo de la identidad que se evidencia en el olvido y desarraigo frente al contexto nacional, lo que dificulta el cumplimiento de la misión institucional y se convierte en un obstáculo para el estudio y comprensión de la idea de ciudadano que se establece desde la Constitución Nacional.

Teniendo en cuenta esta problemática y obedeciendo lo estipulado a nivel nacional e institucional con respecto a la educación, se plantea desde el Área Común de Humanidades un proyecto investigativo que tenga como eje principal la investigación histórica interdisciplinaria con miras a analizar el imaginario del hecho histórico que se celebra (independencia de Colombia) a través de los imaginarios y representaciones presentes en los discursos que circulan tanto en la celebración del centenario como del bicentenario dadas las particularidades históricas de ambas celebraciones y sus diferencias en el manejo de la política estatal y no estatal, para de esta manera poder crear escenarios de discusión académica en relación con el fortalecimiento de la identidad nacional al interior de la Universidad Piloto y teniendo como intencionalidad la participación de la institución educativa en la celebración del Bicentenario de la independencia de nuestro país.

Esta celebración no es sólo una iniciativa nacional o institucional, puesto que para el 2010 y 2011 países como Bolivia, Ecuador, Chile, Paraguay, México han establecido proyectos de orden local, regional e internacional con miras a la celebración de los procesos que dieron origen a dichos Estados Nacionales. En este marco de celebración latinoamericana Colombia, particularmente, ha iniciado una serie de proyectos que tienen implícita una idea concreta de nación y de lo que fue la independencia desde distintos ámbitos de discusión, pues no solamente desde los ministerios hay iniciativas puestas en marcha a largo plazo, también se ha creado el espacio desde el Ministerio de Educación Nacional para que todas las instituciones educativas puedan plantear proyectos investigativos que tengan como característica particular la construcción de conocimiento sobre la independencia desde una perspectiva interdisciplinaria a partir de la formación de semilleros de investigación en los que la participación de los estudiantes como investigadores - productores de saberes sea activa y rigurosa. Por otro lado, las instituciones de educación superior han tenido una participación activa en la formulación y desarrollo de proyectos y seminarios en los que se hacen aportes concretos a la discusión sobre la independencia. En este escenario que se promueve desde el gobierno y diversas instancias internacionales, la Universidad Piloto de Colombia no puede quedarse rezagada ante esta oportunidad de hacerse participe en esta celebración, y de igual forma aprovechar esta coyuntura para fortalecer los conocimientos en historia de Colombia, identidad y nación tanto de los estudiantes como de la comunidad académica.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

Los procesos independentistas en América Latina dieron como resultado la conformación de nuevos Estados Nacionales , dicha conformación lleva consigo una serie de acciones que contribuyen a la configuración de la idea de nación y la construcción de una identidad colectiva alrededor de hechos comunes, héroes y grandes batallas que tienen como principal intencionalidad la cohesión social para garantizar la soberanía, la legitimación de un determinado orden social y la preservación de una gran variedad de tradiciones que fundamentan la idea del ciudadano ideal dentro de un contexto especifico. Es así, como a través de las políticas estatales y no estales circulan una serie de discursos que sientan las bases para la construcción de imaginarios que naturalizan las acciones sociales, pero que, al convertirse en objetos de investigación permiten analizar la idea que se configura socialmente con respecto a un hecho histórico particular. La independencia es para los Estados Nacionales Latinoamericanos un hito fundacional que se ha narrado y estudiado para este momento, prácticamente, por 200 años en los cuales se han establecido unas definiciones de lo que fue, su importancia y su finalidad que responden a las intencionalidades históricas del contexto. Así, el interés de esta investigación no es el estudio de la independencia, sino de los imaginarios y las representaciones que se constituyen, se naturalizan y se legitiman a través de los discursos que se establecen por medio de las celebraciones, tanto del Centenario como del Bicentenario con miras a identificar la función de dichos discursos en la constitución de la identidad nacional.



OBJETIVO GENERAL

•Analizar el imaginario del hecho histórico que se celebra (Independencia de Colombia) a través de los imaginarios y las representaciones presentes en los discursos que circulan tanto en la celebración del centenario como del bicentenario dadas las particularidad históricas de ambas celebraciones y sus diferencias en el manejo de la política estatal y no estatal.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

•Identificar e interpretar los discursos que sobre la celebración de la independencia circulan en 1910.
•Identificar e interpretar los discursos que sobre la celebración de la independencia circulan en 2010.
•Determinar las similitudes y diferencias entre los discursos que circulan sobre la celebración de la independencia en el centenario y el bicentenario en torno a la función de ésta en la constitución de la identidad nacional y la idea de nación que se celebra.

METODOLOGÍA

La investigación se desarrollará desde los postulados del paradigma cualitativo en el que se busca comprender los contextos de estudio más allá de explicarlos o cuantificarlos, centrándose en las particularidades sociales y culturales de una organización social.

Este paradigma es pertinente para el problema social que aquí se plantea porque permite desentrañar las estructuras que subyacen en las construcciones simbólicas que dotan de sentido a las acciones y las relaciones intersubjetivas de las agrupaciones humanas; además posibilita la adopción de una tendencia narrativa en la que no sólo hay una preocupación por los sujetos de investigación, también es posible cuestionarse sobre la transformación cognitiva de los investigadores a través de la investigación de segundo orden dadas las particularidades formativas de esta investigación para el caso puntual de la conformación del semillero.
Desde la perspectiva histórica el estudio se abordará desde la corriente de historia cultural en la cual se han desarrollado como categorías de análisis las de representación e imaginario. Dentro de esta corriente autores como Roger Chartier prestaron atención a las modalidades de apropiación, a los procesos de construcción de sentido y en definitiva a la articulación entre las prácticas sociales y las representaciones una forma distinta a la propuesta por el giro lingüístico “que considera que no existen más que los juegos del lenguaje y que no hay realidad fuera de los discursos” .

En esta misma dirección, Peter Burke establece que “de ahí que sea habitual pensar y hablar de <> o la <> de la realidad (del conocimiento, de los territorios, las clases sociales, las enfermedades, el tiempo, la identidad, etc.) por medio de las representaciones.”

Para el desarrollo de la investigación se plantean cinco fases metodológicas:

FASE I: Identificación de la pertinencia y justificación de la investigación dentro del marco de celebración del Bicentenario de la Independencia de Colombia a partir del Estado del Arte y el establecimiento del problema de investigación y los objetivos dentro del contexto y la propuesta teórica y metodológica.

FASE II: Identificación de las fuentes primarias y secundarias pertinentes para el alcance de los objetivos planteados para la resolución del problema de investigación.

FASE III: Desarrollo del problema de investigación por parte de los docentes a cargo de esta investigación, como resultado de la identificación de los imaginarios y representaciones presentes en los discursos de ambas celebraciones (centenario y bicentenario de la independencia) analizados desde las diferentes disciplinas a las que pertenecen los estudiantes (coinvestigadores), es así como para efectos analíticos en un marco más amplio de indagación se pretende crear líneas de investigación de acuerdo a sus campos profesionales para el abordaje de los distintos aspectos constitutivos los hechos históricos centrales dentro del proyecto.

De este trabajo investigativo se deriva el desarrollo de productos de orden académico tales como artículos publicables, libros y material pedagógico que sirvan como insumo para el desarrollo de los planes de estudio de las materias Historia de las Culturas , Ética y ciudadanía y Taller de Lecto –Escritura.

FASE IV: A partir de la pregunta problema cada línea de investigación plantea una pregunta desde las particularidades de la carrera o carreras que hagan parte de la línea con miras a contribuir a resolver el problema macro de investigación, se generan así, micro proyectos de investigación por parte de los estudiantes.

Atendiendo a la pregunta problema todas las líneas trabajan bajo las categorías de Imaginario, representación, nación, identidad en el contexto de la Celebración del Centenario o del Bicentenario de la Independencia.

MICRO – INVESTIGACIONES

1. Geografía Viva: la línea, conformada por estudiantes de Administración y Gestión Ambiental, se encuentra estudiando el imaginario de nación que se construye a través de la circulación de distintos discursos que se producen como resultado del desarrollo del pensamiento geográfico en el país, específicamente en dos momentos: la conformación y puesta en marcha de la Comisión Corográfica y la creación de la Sociedad de Geógrafos.

2. Tectónica y Representación: la línea que integra a estudiantes de Arquitectura e Ingeniería Civil están estudiando la trasformación del significado de la Plaza de Bolívar en momentos coyunturales entre la fundación de Bogotá y la celebración del Bicentenario de la Independencia para tratar de establecer cómo el cambio del significado de ésta a través del tiempo está determinado por un imaginario de nación y se convierte entonces en una forma de representar esa idea.

3. Marcando Historia: la línea está analizando los elementos recurrentes en la marca Colombia es pasión con los cual se busca establecer un imaginario de qué son los colombianos, es decir, buscan determinar que imaginario de ser colombiano se muestra en las campañas de la marca y qué idea de de qué es Colombia se trasmite.